Medicamentos orales para la diabetes

Fue en el año 1921 cuando se descubrió la insulina, primer tratamiento posible para la diabetes. Con el transcurso de los años se han desarrollado cada vez más medicaciones, tanto orales como inyectables. Cada una de ellas con sus particularidades fue desarrollada intentando mejorar la calidad de vida y el control de la glucemia de los pacientes con diabetes.

Dentro de las medicaciones orales contamos con la metformina, que suele ser la droga de inicio en el momento del diagnóstico de la diabetes tipo 2 y luego se recomienda continuar su uso, salvo contraindicación ya que es segura y existe vasta experiencia con la misma. El agregado de otros fármacos, ya sean orales o inyectables dependerá de la necesidad de mejorar la glucemia o de prevenir, retrasar o tratar algunas complicaciones. Para la indicación de uno u otro fármaco existen las guías de la práctica clínica que presentan las recomendaciones nacionales o internacionales basadas en la evidencia científica disponible.

La insulina suele ser una opción excelente en variadas situaciones como por ejemplo en la diabetes tipo 1, en la mujer embarazada, durante las internaciones o cirugías. En la diabetes tipo 2 también es frecuente la necesidad de insulina ya sea en forma transitoria o permanente.

Dentro de las insulinas contamos con dos grandes grupos que se diferencian por su tiempo de acción, insulinas basales (también llamadas lentas) e insulinas de bolo (también llamadas rápidas o correctoras). Las primeras son utilizadas para mantener valores adecuados de glucemia entre las comidas y durante el sueño. Las segundas son útiles para controlar las excursiones glucémicas relacionadas con las comidas.

Su médico es su referente, asegúrese de seguir sus indicaciones y visitarlo periódicamente. Ante cualquier duda consulte con su médico tratante. Código de aprobación:MAT-AR-2301585